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El Gobierno de Venezuela asumió el control de una quinta parte del total de las acciones de Globovisión, en una señal de la creciente presión sobre el canal de televisión opositor al presidente Hugo Chávez.
En el pasado, Chávez ha amenazado con cerrar Globovisión, que tiene una fuerte línea editorial contra sus políticas socialistas y es considerado por quienes lo apoyan como un bastión de la oposición ante los numerosos canales pro Gobierno.
En el 2007, Chavez enfureció a los grupos de libertad de prensa y a muchos de sus propios simpatizantes al negarse a renovar la concesión del canal RCTV, el favorito del país y conocido por su menú de telenovelas y noticias. El canal pareció apoyar un breve golpe de Estado contra el mandatario en el 2002.
Autoridades bancarias comenzaron a liquidar una compañía que tenía el 20 por ciento de las acciones del canal de noticias, dijo la gubernamental Gaceta Oficial. Una fuente de Gobierno con conocimiento de la situación dijo que las acciones pasarían a control del Gobierno.
Las acciones anteriormente pertenecían a Nelson Mezerhane, uno de los principales inversores de Globovisión, quien huyó de Venezuela anteriormente este año para escapar de cargos relacionados con la quiebra del Banco Federal.
El dijo que el objetivo de la más reciente medida contra Globovisión es “silenciar al único medio televisivo que informa sobre atropellos a la democracia”.
No estaba claro si el Gobierno planeaba conservar su participación en Globovision o la vendería.
La porción del 20 por ciento posiblemente no sea suficiente para que el Gobierno afecte la línea editorial del canal nombrando nuevos miembros del directorio, pero podría darle presencia en las asambleas de accionistas.
La emisora rechazó la decisión diciendo que “las acciones de Globovisión no han sufrido ningún cambio”, en un comunicado entregado por sus abogados a las autoridades relevantes.
Globovisión ya ha sido debilitado por un minucioso examen por parte del Gobierno.
Dos de sus principales inversores, Guillermo Zuloaga y Mezerhane, han huido a Estados Unidos para eludir cargos en sus contra. El mes pasado, Chávez acusó a Zuloaga de complotar para asesinarlo, acusaciones que el empresario negó categóricamente.
Mezerhane dijo que la decisión del Gobierno de cerrar su banco fue motivada por temas políticos y por resentimiento.
“Me confiscó para único beneficio de su Gobierno parasitario, y para saciar su odio hacia quienes no compartimos su modo dictatorial de pensar y de actuar”, dijo el martes Mezerhane en una carta abierta dirigida a Chávez.
Los críticos de Chávez suelen acusarlo de ser un dictador en ciernes, afirmando que ha socavado la democracia al eliminar los límites a los mandatos y presionar a sus opositores.
Sus partidarios sostienen que ha ganado varias elecciones y dicen que los medios privados intentan minar su objetivo de revertir años de injusticias en el país exportador de petróleo.
El Gobierno ha vendido muchos de los activos de Mezerhane para pagar a sus clientes. La liquidación de Sindicato Avila, empresa ligada a Banco Federal y que aparentemente tenía las acciones del canal que pasaron al Gobierno, será ejecutada por el Fondo de Garantías de Depósitos y Protección Bancaria.