En una entrevista publicada hoy en el diario La República, Jett, embajador en Perú entre 1996 y 1999 y actualmente profesor en las universidades de Florida y Pennsylvania, cree que cuando se desvelan comunicaciones diplomáticas “el pueblo podría entender algunos problemas que el Gobierno tiene en Afganistán”.
“El lado positivo (de la filtración de los cables) es que hay más transparencia, más información para la gente“, comentó Jett, que también ha sido embajador en Mozambique y ha servido en las embajadas de Argentina, Israel y Liberia, además del Departamento de Estado.
Sin embargo, señaló los potenciales efectos negativos de las filtraciones: “El peligro es cuando hay una fuente confidencial que podría ser revelada al publicarse el cable (…) Al ponerse en conocimiento la identidad del informante, se pone en peligro su vida”.
Asimismo, Jett reconoció que los embajadores cuentan con información fragmentaria y no siempre contrastada al redactar sus cables: “Cualquier diplomático quisiera tener la verdad absoluta de los hechos, pero en realidad solo se alcanza a tener rumores y acusaciones”.
Pese a esto, consideró que el deber de un embajador es transmitir lo antes posible esos rumores y acusaciones, por lo que señaló que “no se puede esperar a tener más información cierta antes de informar (a Washington)”.
Vía EFE
“El lado positivo (de la filtración de los cables) es que hay más transparencia, más información para la gente“, comentó Jett, que también ha sido embajador en Mozambique y ha servido en las embajadas de Argentina, Israel y Liberia, además del Departamento de Estado.
Sin embargo, señaló los potenciales efectos negativos de las filtraciones: “El peligro es cuando hay una fuente confidencial que podría ser revelada al publicarse el cable (…) Al ponerse en conocimiento la identidad del informante, se pone en peligro su vida”.
Asimismo, Jett reconoció que los embajadores cuentan con información fragmentaria y no siempre contrastada al redactar sus cables: “Cualquier diplomático quisiera tener la verdad absoluta de los hechos, pero en realidad solo se alcanza a tener rumores y acusaciones”.
Pese a esto, consideró que el deber de un embajador es transmitir lo antes posible esos rumores y acusaciones, por lo que señaló que “no se puede esperar a tener más información cierta antes de informar (a Washington)”.
Vía EFE
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