El Sol de Margarita.
Habitantes del asentamiento agrícola de El Salado en el Valle de Pedro González, municipio Gómez, aseguran que existen testimonios de tiempos pasados que revelan que este tipo de deslaves, como el ocurrido hace varios días en la zona, ya se habían dado en 1830.
Ana Lista, residente del sector, dijo que el señor Rafael Rodríguez cuenta que hace muchas décadas escuchó la versión de otro poblador de El Salado, Rumaldo Gómez, que hablaba de una tragedia similar.
“Esos son los testimonios que hemos recogido sobre eventos naturales que se dan en el tiempo y que son transmitidos por nativos del pueblo de generación en generación. Se sentaban a conversar sobre este tipo de cosas desde cuando eran niños y así lo cuentan hoy ya adultos. Habría que verificar si realmente eso ocurrió así”, agregó Lista.
Afectada actividad agropecuaria
Con antecedentes o no de este tipo de deslaves, la realidad es que el hecho estremeció a quienes trabajan y residen en este asentamiento agrícola, porque no sólo pierden enseres dentro de las viviendas sino todo tipo de animales y siembras.
Es el caso de Jesús Lista, quien asegura que el río le llevó seis cochinos, cuatro tortugas, seis patos, un loro, varias gallinas y hasta un toro, aparte de utensilios del hogar, nevera y cocina.
Julio Serrano, productor agropecuario, informó que durante este evento natural perdió ochocientos pollos. Tal era la fuerza de las aguas.
Análisis exhaustivo
Según Ana Lista, es necesario que el Instituto Nacional de Tierras (INTI) impida la construcción de más casas a las faldas del cerro o en los cauces de los ríos.
“Este organismo debe realizar un estudio bastante detallado de la ocupación del territorio en este asentamiento. Por ejemplo, nos hemos opuesto a la construcción de seis nuevas casas a las patas del cerro, sobre terreno que supuestamente vendió o regaló el señor Francisco Mata”.
“No se sabe a ciencia cierta si vendió o regaló. Lo cierto es que han comenzado a construir a las patas del cerro y eso debe pararlo el INTI, porque ya tenemos la experiencia de casas derrumbadas”.
Además, dijo, debe intervenir el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, de modo de evitar ese tipo de construcciones en El Salado.
Este asentamiento agrícola tiene aproximadamente 630 habitantes, quienes se dedican a la siembra y a la cría de animales. Recuperarse de las pérdidas llevará tiempo, pero ese es el reto, como lo plantean los Lista, y amigos y vecinos que siguen de cerca lo ocurrido.
Pasados algunos días todavía prevalece el impacto por lo ocurrido. El camino, ahora de rocas y piedras que se vinieron abajo por los deslaves de los cerros, estremece. A pesar de que, como dijo una señora “eso fue apenas un pellizquito al cerro”.
Yanet Escalona/El Sol de Margarita
El evento natural que afectó el pasado domingo a la isla de Margarita, con la aparición de los deslaves en los cerros, como ocurrió en 1999 en el estado Vargas, obliga a que se busquen antecedentes y se tomen correctivos para canalizar y embaular ríos y quebradas, reseña Habitantes del asentamiento agrícola de El Salado en el Valle de Pedro González, municipio Gómez, aseguran que existen testimonios de tiempos pasados que revelan que este tipo de deslaves, como el ocurrido hace varios días en la zona, ya se habían dado en 1830.
Ana Lista, residente del sector, dijo que el señor Rafael Rodríguez cuenta que hace muchas décadas escuchó la versión de otro poblador de El Salado, Rumaldo Gómez, que hablaba de una tragedia similar.
“Esos son los testimonios que hemos recogido sobre eventos naturales que se dan en el tiempo y que son transmitidos por nativos del pueblo de generación en generación. Se sentaban a conversar sobre este tipo de cosas desde cuando eran niños y así lo cuentan hoy ya adultos. Habría que verificar si realmente eso ocurrió así”, agregó Lista.
Afectada actividad agropecuaria
Con antecedentes o no de este tipo de deslaves, la realidad es que el hecho estremeció a quienes trabajan y residen en este asentamiento agrícola, porque no sólo pierden enseres dentro de las viviendas sino todo tipo de animales y siembras.
Es el caso de Jesús Lista, quien asegura que el río le llevó seis cochinos, cuatro tortugas, seis patos, un loro, varias gallinas y hasta un toro, aparte de utensilios del hogar, nevera y cocina.
Julio Serrano, productor agropecuario, informó que durante este evento natural perdió ochocientos pollos. Tal era la fuerza de las aguas.
Análisis exhaustivo
Según Ana Lista, es necesario que el Instituto Nacional de Tierras (INTI) impida la construcción de más casas a las faldas del cerro o en los cauces de los ríos.
“Este organismo debe realizar un estudio bastante detallado de la ocupación del territorio en este asentamiento. Por ejemplo, nos hemos opuesto a la construcción de seis nuevas casas a las patas del cerro, sobre terreno que supuestamente vendió o regaló el señor Francisco Mata”.
“No se sabe a ciencia cierta si vendió o regaló. Lo cierto es que han comenzado a construir a las patas del cerro y eso debe pararlo el INTI, porque ya tenemos la experiencia de casas derrumbadas”.
Además, dijo, debe intervenir el Ministerio del Poder Popular para el Ambiente, de modo de evitar ese tipo de construcciones en El Salado.
Este asentamiento agrícola tiene aproximadamente 630 habitantes, quienes se dedican a la siembra y a la cría de animales. Recuperarse de las pérdidas llevará tiempo, pero ese es el reto, como lo plantean los Lista, y amigos y vecinos que siguen de cerca lo ocurrido.
Pasados algunos días todavía prevalece el impacto por lo ocurrido. El camino, ahora de rocas y piedras que se vinieron abajo por los deslaves de los cerros, estremece. A pesar de que, como dijo una señora “eso fue apenas un pellizquito al cerro”.
Yanet Escalona/El Sol de Margarita
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