Pruebas genéticas realizadas a familias de Islandia demuestran que una amerindia llegó a Europa 500 años antes del descubrimiento de América, posiblemente de la mano de los Vikingos, reseña  El Espectador en un reportaje publicado este miércoles.

Pruebas arqueológicas y relatos medievales refuerzan la teoría de los genetistas (Foto 123/El Espectador)
Restos arqueológicos como el poblado vikingo descubierto en L’Anse aux Meadows, Canadá, y relatos medievales como la Saga de los groenlandeses y la Saga de Erik el Rojo, escritas en el siglo XIII, habían anticipado lo que la genética acaba de confirmar: que el encuentro entre europeos y americanos se produjo mucho antes de la llegada de Cristóbal Colón a La Española, hoy República Dominicana.
Un grupo de antropólogos y genetistas publicó esta semana en la revista American Journal of Physical Anthropology los resultados de una investigación en la que se demuestra que una mujer amerindia vivió en territorio Islandés 500 años antes del encuentro de las dos culturas.
La hipótesis más fuerte apunta a que los intrépidos vikingos, que conocían rutas marítimas hacia el continente americano, la habrían llevado de vuelta a su territorio en alguno de aquellos viajes y desde el año 1.000 comenzó la mezcla de las razas.
La pista para llegar a este hallazgo la aportó el análisis genético de unos 80 integrantes de cuatro familias residentes en Islandia. Hace cuatro años se había descubierto en cuatro de ellos la presencia del linaje mitocondrial C, característico de los indígenas americanos. Pero el rastreo sólo había permitido reconstruir ese linaje hasta el año 1700. Luego de pruebas adicionales se hallaron en el ADN mitocondrial —un pequeño filamento de material genético diferente al ADN del núcleo y que es transmitido sólo por vía materna— las huellas del material genético que perteneció a una raza distinta de la escandinava.
“Como la isla quedó prácticamente aislada desde el siglo X, la hipótesis más factible es que estos genes correspondiesen a una mujer amerindia que fue llevada desde América por los vikingos cerca del año 1000. Curiosamente, este hecho habría permanecido oculto porque esta mujer era un personaje anónimo”, señaló Carles Lalueza Fox, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España.