En Brasil se ultiman los preparativos para la segunda vuelta de los comicios presidenciales. Las encuestas demuestran que la candidata oficialista Dilma Roussef mantiene el liderazgo, después de enfrentarse en los últimos debates televisivos a su rival José Serra.
En la recta final de las presidenciales brasileña los protagonistas intentaron ganarse los votos de los indecisos durante los últimos debates televisivos.
Mientras tanto, el lunes de esta semana se divulgaron datos de una nueva encuesta del instituto Vox Populi que otorga a Rousseff 57% de los votos contra 43% del socialdemócrata José Serra.
Faltando sólo dos días hasta los comicios, ambos contrincantes, Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y el opositor José Serra, de la Social Democracia (PSDB), se limitaron a discutir sobre los temas propuestos por los electores.
El debate realizado en la cadena “O Globo” quedó marcado por un cambio de tono, hasta hace poco bastante agresivo en las últimas semanas de la campaña, (en su último duelo televisivo ambos no pudieron evitar mutuas acusaciones de mentir a los electores) y sólo entraron en combate al ser cuestionados sobre corrupción.
"Tienes toda la razón. La corrupción en Brasil llegó a niveles insoportables. Hemos visto grandes escándalos en los últimos 20 años y nadie fue encarcelado", señaló Serra. El candidato dio esa respuesta al contestar a uno de los 12 electores indecisos que formularon preguntas durante el programa, en una clara alusión al escándalo ocurrido en vísperas de las elecciones de 2006, momento cuando integrantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff fueron arrestados con grandes cantidades de dinero en efectivo.
Por su parte, Rousseff se defendió diciendo que durante el gobierno de Lula algunas investigaciones de la Policía Federal terminaron con arresto por corrupción de personas "de nivel económico más elevado", entre las cuales mencionó al ex gobernador de Brasilia, José Roberto Arruda (integrante del conservador partido Demócrata [DEM], aliado de Serra en las elecciones). Además, recordó el caso el caso de malversación de fondos de dinero público en el sector de la salud, dirigido por Serra como ministro entre 1998 y 2002, durante el segundo mandato del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Además, en su intento de ganarse la confianza de los votantes del Partido Verde, los aspirantes a la presidencia intercambiaron sus planes en el área ecológica.
En ese sentido, Rousseff se comprometió a intensificar la lucha contra la deforestación en la Amazonia, mientras que Serra propuso alternativas económicas e infraestructura.
Los brasileños el próximo domingo pondrán punto final a esta pugna.
En la recta final de las presidenciales brasileña los protagonistas intentaron ganarse los votos de los indecisos durante los últimos debates televisivos.
Mientras tanto, el lunes de esta semana se divulgaron datos de una nueva encuesta del instituto Vox Populi que otorga a Rousseff 57% de los votos contra 43% del socialdemócrata José Serra.
Faltando sólo dos días hasta los comicios, ambos contrincantes, Dilma Rousseff, del oficialista Partido de los Trabajadores (PT), y el opositor José Serra, de la Social Democracia (PSDB), se limitaron a discutir sobre los temas propuestos por los electores.
El debate realizado en la cadena “O Globo” quedó marcado por un cambio de tono, hasta hace poco bastante agresivo en las últimas semanas de la campaña, (en su último duelo televisivo ambos no pudieron evitar mutuas acusaciones de mentir a los electores) y sólo entraron en combate al ser cuestionados sobre corrupción.
"Tienes toda la razón. La corrupción en Brasil llegó a niveles insoportables. Hemos visto grandes escándalos en los últimos 20 años y nadie fue encarcelado", señaló Serra. El candidato dio esa respuesta al contestar a uno de los 12 electores indecisos que formularon preguntas durante el programa, en una clara alusión al escándalo ocurrido en vísperas de las elecciones de 2006, momento cuando integrantes del Partido de los Trabajadores (PT) de Rousseff fueron arrestados con grandes cantidades de dinero en efectivo.
Por su parte, Rousseff se defendió diciendo que durante el gobierno de Lula algunas investigaciones de la Policía Federal terminaron con arresto por corrupción de personas "de nivel económico más elevado", entre las cuales mencionó al ex gobernador de Brasilia, José Roberto Arruda (integrante del conservador partido Demócrata [DEM], aliado de Serra en las elecciones). Además, recordó el caso el caso de malversación de fondos de dinero público en el sector de la salud, dirigido por Serra como ministro entre 1998 y 2002, durante el segundo mandato del ex presidente Fernando Henrique Cardoso.
Además, en su intento de ganarse la confianza de los votantes del Partido Verde, los aspirantes a la presidencia intercambiaron sus planes en el área ecológica.
En ese sentido, Rousseff se comprometió a intensificar la lucha contra la deforestación en la Amazonia, mientras que Serra propuso alternativas económicas e infraestructura.
Los brasileños el próximo domingo pondrán punto final a esta pugna.
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